jueves, 3 de noviembre de 2011


Todavía siento ganas de llamarlo alguna vez y decirle que cuando él se fue un viento me arranco de pie. Todavía que respiro, nene cuando salgo a nadar por un mar oscuro donde todo es duro y el agua se hace cristal.  Todavía que me rió del amor del café y de dormir y si lo sufrí fue casualidad un error nunca te hace mal. Todavía que te quiero y no quiero quererte otra vez, pero si con vos tanto me aleje que volé y jamás regrese.