
Ese lunes fue feriado que me dejó tan tirado, las
pastillas o aquel estúpido amor. Animales callejeros que con magia
me vendieron en pequeñas cuotas un nido marrón. Nos quedamos atascados en
un mundo equivocado donde no existen las gracias ni el perdón. Tu
perfume sabía a rosa y tus labios a esa cosa que me arranca y me
destroza el corazón.